De manera justificada o sin justificar, lo que es cierto, es que en los últimos 20 años, se está llevando a cabo desde la administración pública, una política de expropiación de terrenos, para construir grandes edificios, que llevan a la ciudad hacia esa modernidad/postmodernidad, que exige el casi recién estrenado siglo XXI.
Esto conlleva el hecho de que además de perder parte de la idiosincrasia valenciana, se tienda a unificar la imagen de las ciudades actuales. “La relación entre la cultura del lugar y su paisaje se diluye, los territorios pierden su identidad” Macrourbanisme i agressions al paisatge mediterrani. El medi ambient i la societat valenciana. Roger Cremades Rodeja. Col.lecció estructures, ed. Riu Blanc, 2007.
En palabras de Román de la Calle, director del MUVIM, “el paisaje propio es, pues, algo que decididamente hay que preservar en esta coyuntura histórica de la globalización, como aportación fundamental a la hora de perfilar –en dicho conjunto- el territorio de nuestra identidad.” Estar en la Punta, Retrato de una exposición itinerante. En defensa de la huerta, ed. UPV, 2000.
En el caso del Campus de Tarongers de la Universitat de València, el reemplazo de los campos de cultivo que se encontraban en ese espacio, se dio porque en el Plan General de Ordanación Urbana de 1988, se aprobaba la reserva de un suelo para la ampliación de los espacios universitarios. Con esto se intentaba responder a dos objetivos:
- resolver necesidades surgidas de la masificación actual de la enseñanza pública universitaria.
- constituirse como factor de construcción equilibrada de la ciudad, haciendo de núcleo, con sus 32 hectáreas de la completa estructura de una parte vital de Valencia, como es su extensión litoral.
La expropiante fue la misma universidad, que amparándose en el Decreto del 26 de abril de 1957, por el que se aprueba el Reglamento de la Ley de Expropiación Forzosa, tras declarar los terrenos hortícolas como terrenos de utilidad pública destinados a un bien común, fue comprando el terreno y acabando a la vez con la esperanza de no sucumbir a una globalización que desdibuja la diferencias culturales .
Carlos Salvadores Navarro, coordinador y arquitecto responsable de esta operación: “el sector objeto del proyecto se encuentra emplazado en una bolsa de cultivo de huerta hoy cercada por espacios plenamente urbanizados. La parcelación en pequeños lotes de cultivo entre caminos rurales y acequias de riego constituye la principal característica de este territorio que apenas cuenta con arbolado de importancia, salvo aquellos ejemplares directamente vinculados a las viviendas de la zona” NOU CAMPUS, Universitat de València, ordenació y projectes arquitectònics, ed. Universitat de Valencia, 1992.
Gabriel Ruiz Cabrero: “Valencia ha de ser la próxima revelación arquitectónica”, NOU CAMPUS, Universitat de València, ordenació y projectes arquitectònics, ed. Universitat de Valencia, 1992.
El proyecto “Huerta” pretendió hacer una recuperación de la memoria del espacio donde está emplazado el Campus de Tarongers, haciendo referencia a la huerta que antes ocupaba este espacio.
OBJETIVOS:
.- El objetivo general del proyecto consiste en recuperar la memoria histórica de algo que ha sido importante para la conformación de nuestra tradición cultural como es la huerta.
.- Crear conciencia del tipo de política de expropiación que el gobierno valenciano ejerce, para convertir la ciudad de Valencia en una de las ciudades punteras de Europa, aniquilando la cultura que nos define y a favor de una nueva cultura homogénea y globalizada.
METODOLOGÍA:
.- Fase de investigación-documentación: una parte del proyecto consistía en conseguir datos sobre las expropiaciones, quiénes eran los antiguos propietarios, cuánto se les pagó, en qué condiciones se hizo la expropiación, qué tipo de terreno era el expropiado, etc., esto me llevó a pasar largas horas en el Registro de la Propiedad de Valencia, donde copiaba cada dato manualmente, ante la imposibilidad de sacar fotocopias de las expropiaciones, amparándose en la Ley de Protección de datos. Para acceder a los datos, necesité que la Universidad de Valencia, hiciera una carta de presentación del proyecto, como seleccionado dentro de la convocatoria Art Públic/Universitat Pública, que la propia universidad convoca anualmente.
